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sábado, 16 de agosto de 2008

El valle de Yunquilla




www.elmercurio.com
En la misma ruta que conduce a Girón, aproximadamente a media hora más de recorrido próximo al cantón a Santa Isabel.El visitante llegará al Valle de Yunguilla para gozar de un clima semitropical, sector que en los últimos años se ha convertido en una "ciudad satélite", debido a la gran cantidad de villas vacacionales construidas, tanto por habitantes de la provincia como de otros lugares del país. Uno de los principales atractivos de este valle constituyen las moliendas, donde se elabora el sabroso guarapo (jugo de caña) y el aguardiente, cuya combinación (guarapo y aguardiente) da como resultado la bebida típica del lugar que es el "mapanagua". Santa Isabel que es el centro poblado del valle domina en lo alto de un cerro a este sector de la provincia del Azuay
Información tomada www.elmercurio.com

Laguna de Quilotoa



El equipo que viajó al Quilotoa fue el mismo de anteriores viajes. El clan de los aberrados.
Día 1: 22/04/99 "La Partida"
Salimos del Terminal Terrestre de Guayaquil mas o menos a las 22h30 cargados con nuestras mochilas, el cd de Hugo Idrovo y la infaltable cámara de fotos. Nuestro destino inmediato era la ciudad de Ambato. Ciudad elegida como base de operaciones para nuestra travesía.
Del trayecto no hay mucho que contar, fue como casi todos los viajes de noche: Después de que apagan la luz del autobús, todos quedamos profundamente dormidos.
Día 2: "La conquista"
Amaneció muy temprano para nosotros. Habíamos llegado a Ambato. Después de caminar algunas cuadras, conseguimos un hotel donde pasar las siguientes 2 horas, pues no quedaba mucho tiempo para el descanso, había que estar de pié y listos para salir hacia Latacunga, ciudad donde cojeríamos la conexión que nos llevaría a nuestro destino final: La Laguna del Quilotoa.
Eran cerca de las 2 de la tarde cuando por fin llegamos a Zumbahua, habían sido casi dos horas de viaje desde Latacunga, en el que la mayoría de nosotros durmió tratando de continuar el sueño interrumpido la noche anterior. Veíamos cada vez más cerca la hora de llegar al Quilotoa y ver la laguna en su cráter.
Zumbahua es un pueblito a 45 minutos del Quilotoa, su población es en su mayoría indígena y hablan quichua. Aqui uno puede comprar galletas, refrescos y otras golosinas. Allí alquilamos una camioneta para que nos llevara, por fin, a la laguna.
El trayecto desde Zumbahua hasta el Quilotoa no deja de ser impresionante, a cada instante uno ve acantilados y formaciones rocosas increibles, más de una vez tuvimos que hacer parar el carro para tomar fotos. Incluso la gente que uno encuentra en el camino es en extremo pintoresca.
Bueno, no tengo palabras para explicar lo emocionante que es admirar por primera vez aquel cráter lleno de colorido e inmensamente grande. Allí estabamos nosotros, sin hablar, contemplando la laguna vestida de verde y azul, como un espejo gigante donde se miran las nubes. La verdad, fue mucho mejor de lo que nunca hubiésemos esperado. Valió la pena el largo viaje, y sí que valio la pena.
Después de las obligatorias fotos al borde del cráter no quedaba sino una sola cosa por hacer, ... descender hasta la laguna misma.
En sí, bajar no es difícil. Incluso hay una especie de camino. Nosotros hicimos 30 minutos.
Es impresionante ver los matices de verdes y azules con que se muestra el agua. Nos quedamos allí en la orilla, admirando el paisaje y comiendo algo de provisiones cerca de una hora, en la que nos dimos tiempo para fotografiar todo, incluidos algunos llamingos silvestres que pastaban cerca de nosotros. Luego nos tocaría lo más difícil, regresar hasta el borde del cráter.
Subir nos tomó dos horas. La verdad, a esa altura, 3500 metros, caminar 10 pasos se vuelve una dura tarea. Y más aun cuando algunos tramos eran ceniza volcánica.
Llegamos rendidos a la cima, pero satisfechos por la experiencia. Lo más triste fue tener que abandonar ese lugar, pues ya anochecía, solo nos quedaba el recuerdo de un cargamento de fotos y una hermosa experiencia que no se olvida.
Día 3: "El Regreso"
De regreso a Guayaquil, una vez más, trayendo con nosotros otra misión cumplida, y planeando la próxima.
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Fuente:
www.ecuatorianisimo.comEcuador 1999

Laguna de Pisayambo


A pocos kilómetros de Salcedo se encuentra la entrada al Parque Nacional Llanganates, lugar, según cuenta la leyenda, en el que está escondido el tesoro de Atahualpa. Además de esta leyenda hay un camino que conduce a una laguna poco conocida enclavada en los páramos de la provincia de Tungurahua.

Para llegar a Salcedo se puede ir en bus o en vehículo propio y dejarlo en la gasolinera Petróleos y Servicios que está en la vía principal de entrada a Salcedo, yendo desde Quito. O dejarlo en San Andrés, a 18 kilómetros de Salcedo en dirección a Píllaro por el camino antiguo, en la tienda de la esquina bajo el cuidado del dueño un señor mayor muy amable.

Son 35 kilómetros en total desde San Andrés, para un tiempo estimado de pedaleo real de 3 horas y media. Es una ruta de nivel físico alto ya que son 22 kilómetros de subida en pendiente media. El nivel técnico es bajo. Puedes convertirlos en 70 si te quedan fuerzas para hacer el descenso que es espectacular.

Suele llover por el sector y correr bastante viento helado. Además San Andrés es el único lugar en donde podrán comprar comida y líquidos.

La ruta comienza en la población de San Andrés, hay una capilla de color violeta en una esquina, junto a la tienda que les mencioné. La descripción de la ruta es como sigue:

Km 0 - Parroquia San Andrés – capilla en la esquina, seguir por la izquierda camino empedrado.
Km 1,5 - seguir recto hasta salir al asfalto y seguir ascendiendo
Km 6 - Letrero Red Vial Tungurahua. Otra Y seguir recto por el empedrado
Km 11 - Fin del empedrado, comienzo del bosque de pinos y camino lastrado
Km 18 - Control del Ministerio del Ambiente – Entrada al Parque Nacional Llanganates
Km 22 - Comienzo del descenso
Km 27 - Puente fin del descenso
Km 28,5 - Laguna de Pisayambo
Km 31 - Y seguir por la derecha
Km 35 - Laguna pequeña

Laguna de Zancudococha


Laguna de Zancudococha (Iriparí): Su nombre no se debe a la abundancia de mosquitos en la laguna, sino más bien a un mal entendido: el nombre indígena de la laguna es "soncora¥", que para los Sionas y Secoyas quiere decir "laguna del pequeño pez que llamamos son¥co", lo que al oído mestizo sonó de alguna manera como "zancudo". Abarca desde la desembocadura de la quebrada Zancudo en el río Aguarico, su drenaje natural, hasta el cuerpo de agua de la laguna propiamente. Es la laguna de aguas negras más grande y redonda de la Amazonia ecuatoriana; en esta zona del río Aguarico la selva está bien conservada siendo posible observar mucha fauna de río, especialmente al delfín rosado de la amazonía. Desde Zancudo, existe una trocha militar que conduce hacia el río Tiputini y varios otros senderos interesantes que serpentean por la selva. Así mismo existe una torre de observación, Sacha Urcu, que mide 18 m. de alto y permite ver con una nueva óptica los distintos estratos del bosque.