ECUADOR
Por: Connie Camargo
Más que un país,una aventura...
¿Quién no ha soñado con pisar la mitad del mundo, estar en latitud 0° y tocar la línea amarilla que separa los dos hemisferios? Un solo paso para entrar en uno y salir del otro. ¿Experiencia inalcanzable?
Cerrar los ojos y luego abrirlos mirando al cielo y encontrarse con un gran monumento de 30 metros de altura, el planeta expuesto en un majestuoso globo terráqueo de cinco toneladas, inmóvil, lleno de silencios y de misterios. Es Ecuador, un lugar mágico donde todo ser vivo o inerte pierde su sombra en los equinoccios del 21 de marzo y el 21 de septiembre.
Esta sensación sólo puede vivirse en una de las zonas más visitadas, atractivas y coloridas en América del Sur: la mitad del mundo, ubicada sobre la línea ecuatorial a menos de 30 kilómetros de Quito.
Ecuador recibe su nombre por estar situado en la línea imaginaria dibujada alrededor del planeta, conocida como línea ecuatorial, y su capital es San Francisco de Quito, gran centro empresarial y político de la nación.
La ciudad más poblada es Guayaquil, considerada uno de los puertos más importantes de Latinoamérica y principal gestor de la economía, mientras que Cuenca, por su gran despliegue artesanal en cerámica, orfebrería y plata, permite una amplia actividad comercial y turística en diversas cadenas hoteleras con grandes e innovadoras infraestructuras y gran desarrollo tecnológico.
Ecuador cuenta con una extensión de 256.370 kilómetros cuadrados y una población que sobrepasa los 12,5 millones de habitantes. Es considerado uno de los países con mayor biodiversidad, por sus grandes riquezas ecológicas, en las que se destacan parques y reservas naturales con grandiosos bosques tropicales, selvas, valles, llanuras, montañas, nevados y costas de majestuosos contrastes. Su gran pluralidad lo convierte en un país de gran intercambio comercial y cultural.
Uno de los principales ingresos del país se da por la explotación de petróleo en las penínsulas y en la región amazónica, que desde mediados del siglo XX ha convertido a Ecuador en uno de los principales exportadores de este producto. Similar importancia tienen el banano, el café, el cacao, el camarón, la madera, el atún y las flores. Igualmente, en el golfo de Guayaquil se encuentra una de las reservas de gas más grandes de Latinoamérica, con más de 300 mil millones de pies cúbicos. La industria textil tiene gran representación en el país, complementada con el gran auge que por estos días se da en la producción artesanal. Esta producción la vemos representada en los coloridos mercados indígenas, en los que se reúnen cada domingo un centenar de artistas, artesanos, comerciantes y los infaltables turistas en Otavalo, una de las plazas más representativas de la región andina del Ecuador.
Como en pocos países, en los actuales momentos se le da al turismo gran relevancia en la economía, ya que a pesar de su poca extensión cuenta con gran riqueza en biodiversidad de ecosistemas, sin contar con sus cinco provincias en las cuales encontramos playas y balnearios de gran afluencia turística.
SU GENTE
Por ser una tierra multiétnica, en Ecuador se encuentran en la actualidad más de 10 comunidades indígenas, entre las que destacamos: en la parte norte, la comunidad de los awa (en la Amazonía) y los quichua del Oriente, los huaoranis, los achuar, los shuar, los cofán, los siona-secoya, los shiwiar y los záparo.
Con pleno conocimiento del Estado, los tagaeri son la única comunidad reconocida en este país que ha resuelto vivir en total aislamiento de la civilización. Cada una de estas comunidades ha implementado una nueva forma de turismo, conocido como el turismo comunitario, en donde cada uno de los nativos comparten su diario vivir con los turistas, permitiendo que ellos se involucren en sus costumbres y en los rituales mediante la realización de diferentes intercambios culturales. Así, un turista se puede convertir en un día en un artesano, en un experto en caza o pesca y, por qué no, en un chef de los exquisitos platos típicos de cada una de estas comunidades.
El idioma oficial del país es el español, pero debido al gran auge de sus comunidades indígenas, aún se conservan dialectos como el quichua shimi, awapit, cha’palachi, tsafiqui, paicoca, a’ingae, huaotirio, shuar-chichan y záparo. De esta forma, podemos escuchar expresiones como achachay, que significa que está haciendo mucho frío, o chupar una biela para decir que queremos tomar una cerveza.
Las creencias a diversos elementos naturales como lo son el culto al Sol, a los nevados y en general a sus tierras, predominan en la cotidianidad de sus culturas; sin embargo, la religión predominante en Ecuador es la católica.
Del total de su población, encontramos en la sierra más de cinco millones y medio, 600 mil en la Amazonía, seis millones y medio en la Costa del Pacífico y 17 mil en Galápagos. El fenómeno de la inmigración al extranjero no es ajeno al Ecuador. Países como Italia, España y Estados Unidos albergan a cientos de ecuatorianos que ocupan plazas laborales en sectores económicos destinados para los latinoamericanos.
SUS TIERRAS
Gracias a su geografía, cada zona tiene una característica determinante. Las lluvias se presentan con gran intensidad de junio a noviembre en las costas, en sus sierras de diciembre a mayo y en el resto del país son frecuentes durante la mayor parte del año, lo que ha permitido que Ecuador se convierta en uno de los ecosistemas más ricos de América Latina por tener más de 25 mil especies de árboles y un gran número de plantas, flores, mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios con gran presencia en sus bosques húmedos tropicales.
Esta gran diversidad se debe a que por su territorio circulan ríos con nacimiento en los Andes hasta llegar al océano Pacífico; así mismo, encontramos la cuenca del río Guayas, cuya red fluvial es la más extensa del país. En la cordillera que divide al país en tres regiones se encuentra casi el 10% de la riqueza ambiental del mundo, donde podemos encontrar cerca de diez mil géneros vegetales, destacándose sólo en esta zona más de 2.725 especies de orquídeas.
Pero no piense que en Ecuador sólo va a encontrar tormentas y lluvias constantes, o selvas y fauna exótica. En este país encontrará ciudades de gran desarrollo empresarial y lugares para realizar desde deportes extremos hasta observatorios de aves y ballenas en diferentes temporadas del año.
Los apasionados por la naturaleza y las grandes aventuras podrán deleitarse del trekking para los novatos y grandes excursiones por el páramo andino disfrutando de los picos volcánicos y los nevados Antisana, Sincholagua y Cotopaxi; para los profesionales, diversos cambios de clima, ecosistemas y flora en donde podrá disfrutar del increíble vuelo del cóndor y las diferentes especies que encontramos en el profundo y húmedo bosque de la Amazonía.
Los más arriesgados podrán disfrutar del rafting en los rápidos de diversos ríos turbulentos o cambiar el agua por las alturas en los altos picos de hielo y roca junto a los volcanes ecuatoriales, con alturas que superan los 5.000 metros.
Como podemos ver, cada rincón ecuatoriano ofrece múltiples actividades para todos los gustos, pero quizás el lugar y la aventura que nadie debe perderse es la visita a las islas Galápagos.
Este santuario natural, cuyo nombre significa tortugas de tierra, es uno de los pocos lugares naturales en donde el hombre y los animales conviven en armonía. Está conformado por un sinnúmero de rocas, pues se cree que su origen es netamente volcánico y cuenta con una extensión de más de ocho mil kilómetros cuadrados.
Es considerado uno de los lugares más paradisíacos del mundo, ya que nos permite estar a pocos metros de lobos y tortugas marinas, de manta rayas, pingüinos y delfines, y nadar junto a ellos o practicar uno de los deportes más comunes en la región: el buceo.
Como destino de buceo es el gran elegido por los amantes de este deporte, ya que pueden practicarlo con buzos experimentados, como aficionados o profesionales. A diferencia de otros paisajes marinos, las Galápagos ofrecen la posibilidad de explorar día tras día especies no descubiertas, en lugares donde hasta los hermosos corales no dejan nada a la imaginación.
Hay más de 30 lugares para perderse en el fondo del mar y disfrutar de esta magnífica experiencia; todo, por supuesto, con la compañía y el asesoramiento de un calificado grupo de profesionales para que la visita sea inolvidable y no se afecte la reserva marina de este lugar. Se recomienda practicar este deporte a finales de año, iniciando en noviembre y terminando el primer trimestre del año, temporada en la que el mar se encuentra en plena calma y la temperatura del agua es la idónea para bucear.
Durante la visita se puede observar a los habitantes de las costas en la fascinante extracción de camarones, considerada como la principal fuente de trabajo de esta zona.
Como recomendación se debe contar con dos semanas libres para poder disfrutar de más de 10 parques nacionales, 14 reservas naturales con refugios de vida silvestre y variadas excursiones y caminatas en compañía de guías que preservan el ecosistema de este magnífico país.
Los observatorios de aves y ballenas se ofrecen para curiosos y aficionados en el tema. Sólo en la región amazónica del Ecuador se pueden observar cerca de 600 especies de aves, cuyos cantos de gran armonía y variedad pueden resultar toda una sinfonía.
En los meses de julio, agosto y septiembre es posible divisar en un pequeño pueblo de pescadores llamado Puerto López, las escenas de nacimiento de ballenas jorobadas. Su paso es estremecedor: el resoplido entre las olas, las aletas que van y vienen en el mar, sus sorprendentes saltos y coqueteos con los curiosos que las observan hacen de este espectáculo natural una experiencia que se quiera repetir una y otra vez.
Ecuador, tierra de aventuras, ecoturismo, historia, innovación y gran desarrollo empresarial es un destino que no se debe dejar fuera de ningún itinerario de viaje, porque no es una experiencia inalcanzable.
Tambillo
Hace 17 años
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